Mapa de la ruta.
Perfil
Este recorrido ofrece una gran diversidad de tramos, todos ellos con su peculiar encanto. Incluye tramos de senderos despejados que nos permiten disfrutar de espectaculares vistas panorámicas, otros por el interior de frondosos pinares. Asimismo tramos de pista forestal ideales para poder confraternizar con los compañeros, en ocasiones lo más deseable.
Aúna en nuestra opinión, tramos de
dureza con otro más cómodos. También alguna bajada técnica que exigirá de nuestra
atención para evitar un desagradable resbalón. Su longitud de más de 30
km, y el desnivel a superar cercano a
los 1.500 m, no son nada despreciables. Consideramos necesario una buena
preparación para disfrutar con garantías de esta jornada.
Calle San Sebastián. Inicio del recorrido.
Descripción del
recorrido:
Arrancamos nuestro caminar por un bonito sendero que sigue
el vía crucis, que se inicia en las calles de Mijas y finaliza en la ermita del
Calvario. Muy pronto encontramos a una bifurcación, que seguimos a la izquierda
y después llegamos a mencionado santo lugar. Construida en el año 1710, esta
ermita servía de retiro espiritual, a los monjes Carmelitas Descalzos del
convento que hubo donde hoy se levanta la ermita de la Patrona , la Virgen de la Peña.
En la actualidad sólo se abre los viernes de Cuaresma, y
también en el primer viernes de marzo fiesta del Cristo de Medinaceli. Su vía
crucis consta de catorce estaciones, que comienzan en el pueblo y terminan en
este templo; durante la subida hemos podido observar algunas de ellas. Desde el
pueblo destaca su color blanco entre los pinares que la rodean, especialmente
con su iluminación nocturna.
Ermita del Calvario.
Tras disfrutar de la privilegiada panorámica, continuamos
hacia el oeste la dirección de la
Cruz de la
Misión. Unos cientos de metros después, en una pronunciada
rampa, encontramos un nuevo cruce, señalizado a la derecha como ruta azul o del
puerto de Málaga. Debemos proseguir por la ruta roja, denominada del Refugio y
más recientemente como de la Cruz
de la Misión.
Finalizada la subida, vemos junto al camino una construcción
de piedra encalada en forma de cúpula, conocida como Cruz de la Misión. Dejamos
una pequeña vereda que se desprende a la derecha, después cruzamos la cantera
del Barrio, explotada ya tiempos de la dominación romana, en los que alcanzó
una enorme relevancia. En los siglos XVII y XVIII, la extracción del mármol
blanco se convirtió en una importante actividad económica para la localidad.
Ahora la cantera se encuentra clausurada.
Mijas desde la Cruz de la Misión.
Más adelante vemos una construcción abandonada, se trata del
antiguo proyecto de un albergue juvenil, que al parecer no ha llegado a buen
término. Es por lo que este tramo era conocido como ruta del Refugio. Antes de
que el camino se torne descendente, debemos continuar por una senda que sube
con bastante inclinación por la derecha. Superadas las cortas pero inclinadas
rampas, accedemos a un collado conocido como puerto de las Perdices, después
nuestro sendero mantiene la cota sin grandes oscilaciones, en la zona conocida
como las Muñequeras.
Al llegar a un bosquecillo de pinos, tenemos ante nosotros
la cañada Morena, al fondo vemos como la vereda la cruza y sigue la dirección
oeste. Según nuestra información tras la guerra civil, en la zona inferior de
esta cañada, en un lugar muy próximo a la carretera, fueron abatidos los dos
últimos guerrilleros antifranquistas en esta sierra, el 24 de mayo de 1948. El
grupo guerrillero, procedente de la partida del célebre “Mandamás”, a la muerte
de éste, en enero de 1947, Salvador Jiménez Gámez, de la familia de los
“Cazalleros”, junto a sus primos José y Juan, se hacen cargo de la partida.
Según algunas fuentes, eran originarios de la localidad de Cazalla de la Sierra , pero en realidad
eran naturales de Alhaurín el Grande. Dicho apodo se debe a que sus abuelos
eran propietarios del cortijo de Cazalla, en el término municipal de Coín.
Ellos reconstituyen la partida que pasó a llamarse de los “Cazalleros”. Sus
últimos integrantes, cayeron en esta cañada Morena, abatidos por los disparos
de fuerzas de la guardia civil, tras ser traicionados.
Cañada de la Morena.
Ahora llegamos a la cañada del Olivillo, en la que
encontramos un panel interpretativo que recoge información relativa a las
caleras. Elementos de una rudimentaria economía que era practicaba como
precario modo de vida. Actividad que, al recoger la leña y pasto como
combustibles, favorecía la limpieza del monte. Sin quererlo, esta simbiosis del
hombre con la naturaleza, permitía que la sierra se mantuviese limpia de
maleza, evitando así la propagación de los incendios forestales.
Próximos a puerto Colorado
Entre eucaliptos recuperados tras el incendio de 2001,
arribamos a una especie de collado denominado puerto Ronco. Descendemos hasta
el paraje conocido como puerto “Colorao”, debido al color rojizo de las rocas
que lo constituyen, allí encontramos un cruce en el que continuamos recto. Por
la izquierda baja un sendero que alcanza la carretera A-387.
Nos introducimos en la cañada Fuente de la Adelfa. Sin lugar a dudas el
lugar más emblemático antes del incendio indicado. Ahora se encuentra más
deteriorada, pero en algunas zonas el bosque se está regenerando. A mediados de
2010, otro incendio estuvo a punto de dar cuenta, de lo que se salvó del
anterior.
Grandes cipreses nos acompañan, mientras bajamos levemente
hasta un nuevo empalme, aquí seguimos por el ramal de la izquierda. Tras
cruzar el arroyo progresamos por un sendero que mantiene la cota, y desemboca
en un pequeño pinar. Justo antes de introducirnos en él, debemos continuar por
una vereda que se abre a la derecha. Buscamos la margen este de la cañada del
Pedregal, afrontando un tramo verdaderamente exigente. Toda esta zona se
encuentra sin arbolado que nos proteja de los rayos solares.
Sendero en la cañada de la Adelfa.
Minutos después nos topamos con una pista forestal, que
seguimos a la izquierda (km. 5´5). Afrontamos un largo trecho con una casi
imperceptible pendiente favorable, que nos permitirá recuperar fuerzas. Más
adelante, nos adentramos en la mágica cañada del Pedregal, con las principales
cumbres de esta sierra frente a nosotros.
Bajo nuestra posición el diseminado de viviendas conocido
como Valtocado, más adelante surcamos una nueva cañada denominada de las Tres
Puertas, y tras superarla, vemos otro carril que se nos une por la izquierda,
procedente de la urbanización Alta Verde. En este punto acaba el nuevo trazado,
de la pista construida tras el incendio de 2001, la que ahora seguimos de
frente, ya existía anteriormente.
La panorámica es muy amplia, con la sierra Alpujata en frente,
y tras ellas las sierras Blanca, Canucha, y de las Nieves. Mientras, cruzamos
la parte inferior de la cañada del Romeral, última de las cañadas del término
municipal de Mijas, observamos enormes pedreras, que seguramente aumentarán su
tamaño por la ausencia del arbolado protector.
Al abandonar el término municipal de Mijas, cambia el
panorama al introducirnos en un frondoso bosque de pinos. Hemos de resaltar,
que justo aquí en el límite entre los dos municipios, existía un cortafuego que
el incendio de 2001, el más virulento de la historia reciente de esta sierra no
superó, cumpliendo así con su misión. Su trazado, unido a la
valentía y profesionalidad del personal de extinción de incendios, preservó al
bosque en el que nos encontramos, de ser consumido por las llamas. Insistimos
en este tema, al considerar que los cortafuegos, a pesar de sus detractores,
con un buen mantenimiento, como ocurre en el término de Alhaurín el Grande, son
una herramienta preventiva muy eficaz para luchar contra el fuego, aquí tenemos
un significativo ejemplo.
Comenzamos a descender ligeramente hasta a unos ochocientos
metros, cruzamos otro pequeño cortafuego, desde el que podemos divisar la
carretera A-387. Poco después en una curva muy pronunciada a la izquierda,
abandonamos el carril por nuestra derecha, por una sugerente senda que nos introduce en el corazón de la sierra (km.9).
Inicio de la senda a Alhaurín.
Ascendemos rápidamente salvando un desnivel, de algo más de 100 m en un corto intervalo.
Al acabar este primer tramo, la cota se estabiliza disfrutando de un bosque en
toda su plenitud, por la zona conocida como Pecho de los Lobos. Ahora llegamos
a un gran cortafuego, ideal para tomarnos un pequeño descanso.
Pecho de los Lobos.
Una vez de nuevo en el bosque la sensación de humedad va en
aumento, mientras bordeamos la montaña dirección norte por este bucólico
sendero. Tras un largo trecho, bajo el espeso bosque, volvemos a cruzar otro
cortafuego, al fondo podemos divisar numerosas colmenas. Así llegamos al carril
que asciende de Alhaurín el Grande, hasta el pico Mijas. Muy cerca, bajando
unos metros, encontramos a la derecha, la vereda por la que debemos continuar (km. 13).
En el interior del bosque.
Protegidos por la arboleda, iniciamos un nuevo tramo de
subida constante con un desnivel de casi 700 m , por el paraje conocido como Pecho de los
Gavilanes. Entre los claros del bosque divisamos una mágica perspectiva de la
localidad de Alhaurín el Grande, en primer término y de otras localidades
próximas al valle del Guadalhorce.
Después de cruzar al otro lado del regajo, la pendiente
aumenta considerablemente, especialmente al afrontar un trecho en el que
realizamos sucesivos virajes. La zona se conoce como Pecho Largo, y de vedad
que hace honor al topónimo, ya que la dura subida parece no finalizar. Así, nos
vamos introduciendo en la ladera sur de la cañada del arroyo del Tejar. Bajo
nuestra posición al otro lado, advertimos un sendero que serpentea buscando las
alturas del Pecho Redondo, donde se unirá al nuestro, justo al lado de una
torreta eléctrica.
En el cruce,
continuamos a la derecha, hasta desembocar en una especie de carril que nos
conducirá a otro que, como les decíamos, asciende de Alhaurín el Grande al pico
Mijas. Antes, junto al camino, vemos un aljibe y tras rebasarlo, llegamos al citado
carril.
Subimos dirección al pico Mijas, en el que se ubica el
vértice geodésico más elevado de esta sierra, donde llegamos en unos minutos (km.
18´3).
Vértice en el Pico Mijas. 1.148 m.s.n.m.
La panorámica de la que podemos disfrutar es excepcional. A
nuestra derecha, según miramos al sur, toda la cresta con las cumbres más
elevadas de esta sierra, los cerros de los Machos, Sepultura, Cabezo de las
Cruces, y Barrietos. Hacia el este, a lo lejos, los cerros del Moro y
Castillejo, cimas más elevadas del sector oriental. En los días claros una
inmejorable perspectiva de la costa africana y del estrecho de Gibraltar. A
nuestras espaldas la mayoría de las sierras que constituyen el Arco Calizo, y al
fondo Sierra Nevada.
Regresamos sobre nuestros pasos hasta retomar una pista que
baja por nuestra derecha, hacia el llano de los Conejos, y desde allí
persistimos en la derecha. Muy pronto comenzamos a bajar, desestimando una
vereda que se desprende a la izquierda, y que se dirige al puerto de Málaga, y
algo más adelante dejamos otra senda que conduce a la cañada del Pedregal.
Por esta ladera sur del pico Mijas, mantenemos la fuerte
bajada, hasta que al superar unas pedreras esta disminuye considerablemente.
Así accedemos a una encrucijada, para dirigirnos a la izquierda, dirección a la
cañada del Puerto. Nuevamente iniciamos un ascenso, que aunque corto, nos
parecerá eterno por la distancia y el desnivel ya acumulados.
En el cruce a la cañada del Puerto.
En el puerto de las Canteras acabamos esta última subida,
mientras nos introducimos en la cañada del Puerto. A la izquierda, al fondo,
predomina la silueta del pico Málaga de 1.045 m , y en lo más profundo de la cañada,
vemos la cantera del Puerto también llamada de los Portugueses, ya clausurada.
Superado el puerto de las Canteras.(km.22)
A poco de coronar, nos topamos con un nuevo nudo, en el que
existen unos indicadores. Desde aquí seguimos a la izquierda, subiendo
ligeramente hasta coronar un collado conocido como puerto de Málaga. En este
punto acaban definitivamente las subidas, y el camino es ya mucho más “cómodo”
(km.22).
Llegando al puerto de Málaga.
Iniciamos ahora un inclinado descenso favorecidos por una
rudimentaria y excepcional escalera de rocas construida altruista y
generosamente por un ciudadano británico que sin duda amante de esta sierra.
Así llegamos a una pista forestal que seguimos a la derecha.+
Poco después de una encrucijada de carriles aprovechamos a
la izquierda un buen tramo de un antiguo sendero que discurre paralelo al
carril. Lo esponjoso de su piso, nos permite un auténtico descanso para
nuestras maltrechas plantas de los pies por los kilómetros ya recorridos.
Carril al puerto de la Graja.
Recuperada de nuevo la pista forestal, continuamos por
nuestra izquierda hasta llegar al puerto de la Graja. Desde aquí continuamos a la derecha, los tres
últimos km, por la pista que baja dirección Mijas y la cantera de los Arenales.
Puerto de la Graja.
Poco antes de llegar a la mencionada cantera, en el paraje
conocido como puerto de los Títeres, seguimos, bajamos por un sendero que se
encuentra ciertamente deteriorado por las rodaduras de los aficionados al
ciclismo de descenso. Es seguro que en la naturaleza hay espacio para todos,
también lo es que las autoridades deberían gestionar estas actividades, para
que el disfrute de unos no se convierta en el sufrimiento de otros, aquí veréis
un ejemplo de esto que os comento.
Abandonamos este tramo por un sendero que mantiene su estado
original, y en breve llegamos a la carretera de acceso a la cantera de los
Arenales. Bajamos por nuestra izquierda un corto tramo, hasta nuevamente
retomar el sendero que definitivamente nos conducirá hasta la carretera.
Ahora sólo nos resta caminar dos kilómetros más hasta
Mijas pueblo, para llegar al punto de inicio.
1 comentario:
Por si fuera interesante para usted, sus compañeros de rutas o los lectores de su web, tengo publicado plantararboles.blogspot.com y yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com
El primero es un manual sencillo para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles autóctonos de nuestra región. Salud, José Luis Sáez Sáez.
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