Ascensión a Sierra Prieta desde Casarabonela

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Duración: 6 horas.
Longitud: 15 km (ida y vuelta).
Desnivel acumulado a superar: 1.200 m.
Dificultad: Media.
Tipo de recorrido: Lineal.
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La sierra Prieta junto con su vecina de Alcaparaín, más al este, limitan el valle del Guadalhorce por el Noreste. En su ladera sur se ubica el bonito pueblo de Casarabonela, que aún conserva su peculiar arquitectura morisca de estrechas y empinadas calles.

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Casarabonela desde el Mirador.

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Es precisamente hacia esta localidad malagueña donde nos dirigimos para iniciar la ascensión a este vértice geodésico que culmina esta sierra de 1.514 m. La ruta comienza en suparte alta, junto al cementerio.

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Para llegar hasta allí, si no conocemos el pueblo, lo mejor es seguir la carretera Ma-445, que desde Casarabonela conduce, a través del puerto Martínez, al valle del río Turón, para desde allí dirigirse al El Burgo o a Ardales. Tras algo menos de dos km, seguimos a la izquierda un camino hormigonado, en franca subida, por el que se accede a la piscina municipal, y después finaliza junto al campo santo del pueblo, donde dejaremos nuestro vehículo en un llano habilitado para tal fin. Si no queremos complicarnos demasiado, aparcamos en el pueblo y caminamos por sus empinadas calles hasta llegar a nuestro punto de partida (501 m.s.n.m. 30 S 335171, 4072465).

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Fácilmente encontramos el inicio del sendero incluido en el PR-A 270, al comienzo del cual podemos informarnos en un panel existente sobre la avifauna que podemos contemplar durante el trayecto.

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Bosque al inicio de la ruta.

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Ascendemos por un sendero perfectamente definido que sigue el margen oeste de la cañada por el interior de un denso pinar. Muy pronto encontramos a la izquierda una reconstruida calera, que nos recuerda este trabajo íntimamente ligado a la historia de las montañas malagueñas. Un trabajo muy laborioso y precario con el que se conseguía un mísero sustento para el enorme esfuerzo que suponía. No obstante esta labor favorecía la limpieza de nuestros bosques de maleza lo que hacía más difícil la propagación de los incendios forestales, verdaderos enemigos de nuestros bosques (609 m.s.n.m. 30 S 334853, 4072484).

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Llano de Cristóbal.

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Tras este primer tramo, la pendiente se dulcifica al llegar al paraje conocido como Llano Cristóbal. Poco más adelante encontramos un chozo reconstruido, que puede servirnos de cobijo ante una eventual inclemencia climatológica. Unos metros a nuestra izquierda existe un mirador desde el que se divisa una amplia panorámica del valle del Guadalhorce. Y desde el que seremos recompensados, si hemos madrugado lo suficiente, con un amanecer en todo su esplendor (651 m.s.n.m. 30 S 334832, 4072143).

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Amanecer desde el Mirador.

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Retomamos nuestros pasos hasta las proximidades del chozo, para seguir un sendero que sube ligeramente dirección oeste. A nuestra izquierda parte un carril que se dirige a Casarabonela.

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Chozo en el Llano Cristóbal.

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Nuestra panorámica se va ampliando a la vez que bordeamos el profundo barranco, que se inicia en las proximidades del la Fuente de los Hornaos, y que al unirse con otros arroyos que provienen de las entrañas de esta sierra Prieta, forman el arroyo de Casarabonela.

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Llano de la Morena.

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Nuestro camino aumenta su inclinación, aunque su perfecto trazado hace que sea menos agresiva. Tras varias zetas accedemos a una zona algo más llana conocida como Llano de la Morena (766 m.s.n.m. 30 S 334204, 4071883). Rebasada esta zona nos acercamos de nuevo a la cañada anterior, y descendemos ligeramente hasta cruzarla, comenzando nuevos virajes para hacer más llevadera nuestra ascensión.

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Al fondo la cumbre de sierra Prieta.

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El paraje que atravesamos se encuentra ya más deforestado, devorado incendio tras incendio, año tras año. Algunos ejemplares han sobrevivido, mientras nuevos a duras penas se abren paso. Sin duda la política forestal de nuestro país es insuficiente. Nuestros bosques se encuentran indefensos y desprotegidos ante la fatalidad provocada por situaciones fortuitas, mentes enrevesadas, y afanes urbanísticos sin escrúpulos. Estoy seguro de cuantos más seamos los amantes de la naturaleza, por la cuenta que les trae, nuestros avispados políticos tratarán de iniciar iniciativas que defiendan nuestro patrimonio forestal. Esta es una de las razones que me mueven a pasar horas delante del ordenador, mostrando a los demás estos parajes de nuestra geografía, invadido por un sentimiento de impotencia al ver a nuestros bosques sucumbir pasto de las llamas. Dejando estas sensaciones que surgen desde lo más hondo, continuamos nuestro virtual ascenso a sierra Prieta.

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Zona deforestada anterior al Puerto de la Madera.

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Sobre nosotros ya hemos adivinado el trazado del carril que desde el puerto Martínez cruza la sierra hasta las proximidades de Jorox. En breve llegamos a la Fuente de los Hornaos, donde no es seguro abastecerse de agua, por lo que la necesaria para nuestro consumo, debemos portarla junto con nuestro equipo (861 m.s.n.m. 30 S 333449, 4071480).

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Proximidades del carril.

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Al llegar al carril seguimos a la derecha, a pesar de que un indicador existente nos dirija a la cima de sierra Prieta a la izquierda. Es más que probable que también se pueda acceder a la cima por este otro camino, pero el que les proponemos lo hace por otro lugar. Pocos metros después abandonamos la pista forestal por una vereda que se abre a nuestra izquierda, que se dirige al puerto de la Madera y al Vivero según unos indicadores (998 m.s.n.m. 30 S 332874, 4071840).

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Fuente de los Hornaos.

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Tras algunas revueltas llegamos a la cresta donde ya damos vista a la vertiente norte. Nos encontramos en el puerto de la Madera (1.113 m.s.n.m. 30 S 332640, 4072188). A la derecha una vereda sigue hasta el paraje conocido como el Vivero, lugar verdaderamente mágico en la umbría de la vertiente norte, pero nosotros seguimos a la izquierda. El camino sigue la dirección suroeste, ahora se encuentra menos definido, aunque si lo suficiente como para no despistarnos.

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Desde el Puerto de la Madera superior.

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Unos nuevos virajes interrumpen su trazado longitudinal, antes de llegar a un nuevo collado conocido como puerto de la Madera Alto (1.171 m.s.n.m. 30 S 332508, 4071836). A la derecha sigue una vereda que se dirige, según me indicaron en el pueblo, a la sierra de la Cabrilla, o sierra Blanquilla como le llaman en Casarabonela. Aunque el topónimo más extendido de sierra Blanquilla corresponde en realidad a otra sierra entre el Burgo y Ronda que el afamando Pasos Largos conocía como la palma de la mano.

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Un momento en la subida.

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Continuamos desde este enclave, por una vereda que sigue a la izquierda la misma dirección que ya traíamos, hacia a un collado que vemos frente a nosotros. Nuestro camino, menos definido cada vez, prácticamente mantiene la cota en torno a los 1.200 m. La protección arbórea es inexistente, sólo nos acompañan las especies habituales del monte mediterráneo.

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Collado desde donde iniciamos la subida final.

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Al llegar al mencionado collado iniciamos a la derecha la parte final de la ascensión. Es el tramo más duro, alrededor de 300 m de desnivel, que ascendemos en poco menos de un kilómetro (1.209 m.s.n.m. 30 S 332979, 4070940). El camino se encuentra poco definido, pero numerosos hitos de piedra nos ayudan a seguirlo hasta la cima. En caso de niebla, y si no disponemos de GPS, desaconsejo continuar porque es fácil perder el rumbo.

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Ladera final que hay que superar y que se hace ciertamente larga.

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Una vez en la cima, la panorámica es impresionante. Todo el valle del Guadalhorce, la sierra de las Nieves, la costa malagueña, la sierra de Mijas, el cercano Tajo de la Cabrilla al norte, el valle del río Turón, en definitiva un regalo para nuestros ojos. En la cima encontramos, además del actual vértice geodésico, otra plataforma que hace pensar que el vértice tenía anteriormente esta otra ubicación. Un dato curioso es que medí con mi GPS 1.514 m en la actual ubicación, por 1.516 m en la anterior (1.514 m.s.n.m. 30 S 332230, 4070893).

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El regreso lo haremos por el mismo camino de ida. Mi impresión general es que a pesar del desnivel existente, salvo la zona final, el camino sigue un perfecto trazado que hace que la subida sea muy soportable. Con numerosos tramos de descanso en todo el recorrido, aunque debo mencionar que la ascensión la realizamos una fresca mañana otoñal, la última parte entre la niebla. Seguramente nuestro optimismo habría disminuido sensiblemente en un día más caluroso.

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Vértice geodésico de Sierra Prieta.

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(Las coordenadas y los track, están referidas al datum WGS84).
Solicitar el track en picomijas@gmail.com